Para visitar estos lugares es necesario contar con tiempo y conocimientos de la zona, ya que debido a los abismos y al mal estado de algunos de los caminos incas, puede resultar hasta peligroso sobre todo en la época de lluvias.

HUAYNA PICCHU
El Huayna Picchu constituye un espolón que forma parte de la montaña,
cuya base semicircular está bañada por las aguas del río Urubamba.
Es la montaña ubicada frente a Machu Picchu. Su nombre quechua se traduce como
"montaña joven" o "montaña aguja" Waynapijchu fue puesto de
vigilancia, estación de comunicación y adoratorio.
En la cima de la montaña hay enormes bloques de piedra, cuidadosamente
labradas, que están inclinadas y corresponden a un adoratorio o Templo.
Desde allí se puede apreciar la Plaza Principal de Machu Picchu a unos 400
metros hacia abajo y el panorama general es impresionante, el vertiginoso Cañón
del Urubamba de infinitos matices verdes y al fondo las blanquísimas cumbres
nevadas.

El acceso desde Machu Picchu toma casi una hora por un sendero de
escalinatas en zigzag casi verticales, con precipicios de vértigo. Si se
encuentra bien aclimatado y desea realizar el ascenso al Huayna Picchu,
debe dirigirse al norte del cerro Machu Picchu, sobre el cual se encuentra la
ciudadela, donde se alza un cerro más elevado, el Huayna Picchu.
Tiene una altura de 2,667 mts. y su cima tiene una superficie de 2,000 m2.
aproximadamente Fue explorado por vez primera por la expedición de la
Universidad de Yale, que encontró alrededor de una docena de asentamientos. El
más importante, sin duda, fue el descubierto por Hiram Bingham, quien lo
bautizó como "La Gran Caverna", renombrada luego como el "Templo
de la Luna". Subir hasta aquí toma aproximadamente dos horas y media y
sólo se lo puede hacer hasta antes de la 13:00 hs. Es necesario registrarse en
la caseta que se encuentra al comienzo del recorrido.
Ubicación
El Waynapicchu se encuentra hacia el norte de la ciudadela, apareciendo en el
fondo de los cuadros clásicos de Machu Picchu. En sus partes más altas hay
algunas terrazas que fueron hechas para evitar la pérdida de tierras por el
"lavado" de las laderas en época de lluvia y así ser utilizadas como
jardines. Es posible llegar a la cúspide usando el camino que se localiza por
el ijar izquierdo de la montaña, por una larga escalera que en varios sectores
simplemente se talló en la piedra. Subiendo despacio toma aproximadamente una
hora. No es exactamente peligroso, sin embargo, quien desee hacer la travesía
debe tener mucho cuidado ya que un pequeño descuido o un mal paso podría ser
fatal. De la cúspide, hay una vista panorámica espectacular hacia la ciudad de
inca.
En la cumbre de esta montaña hay numerosas terrazas al
borde del abismo que fueron utilizadas para cultivos de especies, quizás
consideradas sagradas. También se observan restos de un templo, del que no se
sabe ciertamente si se trata de un edificio que no llegó a terminarse o que fue
parcialmente destruido. Hacia el flanco norte está el llamado Templo de La
Luna, que se halla construido sobre una falla geológica.
El Camino
El sendero hacia el Waynapijchu se inicia a la espalda de la Roca Sagrada, en
el extremo norte de la ciudad. La parte más baja del camino está en la garganta
que une los dos cuerpos de la montaña. Su ancho no llega a los dos metros. No
existen barandas y a los lados los cortes naturales son casi verticales y muy
profundos.
El vertiginoso sendero trepa zigzagueante el flanco occidental de la
"montaña aguja". Más arriba, el ancho del camino no es mayor a un
paso y la pendiente es fortísima, no apta para cardíacos.
A mitad del camino parte otro sendero que conduce al Templo de la Luna. El
historiador cusqueño Víctor Angeles dice: "Se ha colocado un cable de
acero a más o menos un metro sobre el nivel del piso del camino para que sirva
de baranda a los arriesgados visitantes. Se han producido algunos accidentes,
de caer alguna persona la dificultad estriba en hallar el cadáver".
Construyendo las laderas
En la cumbre misma del Huayna Picchu existen muchas estructuras como terrazas,
pequeños recintos, rocas labradas, pasajes y túneles, todos ellos muy logrados.
Hasta ahí conduce un camino que atraviesa otros restos arqueológicos ubicados en
las laderas.
Los alrededores
Otros edificios y estructuras completan la presencia Inca en el Huayna Picchu.
Delante del "Templo de la Luna" existe un conjunto de andenes, de más
de 50 metros de longitud por 2 de alto, interconectados por una escalinata en
piedra. Existen además edificios individuales de dos pisos de alto, llamados
canchas, y otros conjuntos de andenes y edificios. En suma, podría decirse que
la montaña contiene un total de ocho sitios arqueológicos.

No deja de causar asombro
la magnificencia y extraordinario sentido artístico de los incas. El Templo de
la Luna es un ejemplo más de sus extraordinarias construcciones que, a pesar de
su corta extensión, sorprende por la perfección de sus trabajos de cincel.
Se trata de un conjunto arquitectónico en la porción media de elevación del
Waynapijchu en su lado norte. Los constructores modularon en una gruta un gran
recinto esculpido, con nichos y puertas falsas insertados en la roca, con una
gigantesca entrada de 8 metros de alto por 6 de ancho. El acabado es muy fino y
de asombrosa ubicación. Las teorías llevan a pensar que debió ser tumba real,
adoratorio y puesto de observación.
Es un recinto de planta rectangular con la roca viva de la montaña como
paredes, que muestra tres puertas de 1.60 de alto cada una, además de una
lateral. En el interior de la paredes se encuentran seis nichos trapezoidales.
El "templo" propiamente dicho está constituido por una gran
plataforma por debajo de una roca, levantada a casi 5 metros, y una entrada de
8 metros de altura. Hacia la izquierda se divisan cinco nuevos nichos
trapezoidales de doble jamba, uno de los más delicados trabajos de cantería que
se pueden encontrar en los alrededores de Machu Picchu.

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