jueves, 23 de junio de 2016

PUCA PUCARA

Puca Pucara (quechua: Puka Pukara, ‘Fortaleza Roja’ )? es una construcción militar ubicada cerca del Cusco, en el Perú. Esta fortaleza está compuesta de grandes muros, terrazas y escalinatas y era parte del conjunto defensivo del Cusco en particular y del Imperio Inca en general.

En el ámbito de las construcciones arqueológicas cercanas a la capital del extinguido imperio, se visita esta localidad. Puca Pucara recibe su nombre en quechua de “Fortaleza Roja”, debido al color rojo que adquieren las rocas durante el crepúsculo. Puca Pucara es otra muestra de arquitectura militar que además funcionó como centro administrativo, y nos invita a recorrer sus andenes, terrazas superpuestas, escalinatas y pasajes por donde transitaron míticos personajes del imperio inca.

TAMBOMACHAY


Tambomachay en castellano o Tampumachay (quechua: tanpu mach’ay, lugar de descanso) está ubicado en los alrededores de Cusco. Es un sitio arqueológico que fue destinado al culto al agua y para que el jefe del Imperio Inca pudiese descansar. Este lugar también es denominado Baños del Inca.

Consta de una serie de acueductos, canales y varias cascadas de agua que discurren por las rocas. Lo sorprendente de esto es que de una cascada principal, los Incas crearon 2 cascadas secundarias, las cuales son exactamente iguales. Es decir, si uno coloca dos botellas vacías, una en cada cascada, las 2 se llenan al mismo tiempo.
Aquí también hubo una especie de jardín real cuyo regadío provenía de un complicado sistema de canales especialmente hechos para tal función.Así mismo constituía una zona de control de las personas que venían del Antisuyo, porque allí existía un torreón de control.
Entre sus atractivos turísticos más importantes se encuentran los baños termales situados a 800 m del pueblo a los que se les atribuyen propiedades medicinales y que dan nombre al mismo.


MERCADO DE PISAQ

El Mercado de Pisaq es un Mercado Dominical (aunque funciona casi a diario) es punto de encuentro de pobladores de las comunidades locales, quienes vienen a presenciar la misa en quechua, socializar y a vender o intercambiar mercancías.
Pisaq, al igual que otros poblados fue una ciudad española donde se fusionaron tradiciones europeas con Incas que permanece en pie hasta hoy desde el día de su fundación en el siglo 16. Con el tiempo Pisaq se ha convertido en un importante centro de producción artesanal y ha alcanzado la fama de tener uno de los mercados artesanales más grandes de Latinoamérica.


LA CIUDADELA DE PISAQ
De mayor extensión que Machu Picchu y a la vez tan impresionante como esta, Pisaq fue una ciudadela Inca formada por 6 áreas diferentes ubicadas al pie de las montañas y con una vista privilegiada al Valle Sagrado. Incluye un sistema de caminos, acueductos, muros Incas, andenería y portales de piedra.
Aquí disfrutará de una impresionante caminata, lo llevaremos hasta la cima de la colina donde está ubicada la ciudadela y podrá explorar los diferentes complejos arquitectónicos y notar las diferencias de estilo entre unos y otros además de sorprendentes obras de ingeniería y arquitectura. Su transporte lo estará esperando en la Plaza de Armas de Pisaq, para cuando baje a través del sistema de terrazas a un extremo de la ciudadela. Realmente vale la pena dedicar 2 a 3 horas para esta visita.

URUBAMBA 

Esta ciudad es posiblemente el área urbana más importante del Valle Sagrado. Sus habitantes son en su mayoría agricultores y comerciantes que se dedican al cultivo y venta principalmente de maíz además de otros productos agrícolas. Sin embargo en los últimos años Urubamba se ha convertido en un pueblo con mucho comercio y negocios turísticos como hoteles, restaurantes, discotecas, deportes de aventura, entre otros, trayendo prosperidad a la ciudad sin trastocar mucho su espíritu rural.

AGUAS CALIENTES 
Por su localización geográfica (a escasos 30 minutos en autobús de Machu Picchu) es el lugar por el que llegan en tren desde la ciudad imperial aquellas personas que desean visitar las ruinas por lo que el desarrollo de su infraestructura turística y hotelera ha sido notable, sacando ventaja de las montañas y verdosos paisajes de la zona.
Entre sus atractivos turísticos más importantes se encuentran los baños termales situados a 800 m del pueblo a los que se les atribuyen propiedades medicinales y que dan nombre al mismo.

CHINCHEROS

Ubicada a 30 km. al Noroeste de Cusco en la cima de una meseta a 3650 m. de altura.
Chinchero fue uno de los asentamientos Incas y coloniales mas grandes de la zona y en la actualidad aún se pueden apreciar muestras de ambas arquitecturas, como andenes Incas, restos arqueológicos, la Plaza de Armas y la iglesia del siglo 26, además de un mercado artesanal dominical especializado principalmente en textiles, donde tendrá la oportunidad de interactuar con familias dedicadas al ancestral arte de la textilería.


ATRACTIVO TURISTICOS EN CUZCO

Korikancha- Templo del Sol


El Coricancha (quechua: Qori Kancha, ‘templo dorado’ )?, originalmente Inti Kancha («Templo del sol») es el templo inca sobre el cual fue construido el Convento de Santo Domingo.
Fue uno de los más venerados y respetados templos de la ciudad del Cusco, en el Perú. El recinto de oro, como era conocido, era un lugar sagrado donde se rendía pleitesía al máximo dios inca: el Inti (Sol), por lo que sólo podían entrar en ayunas, descalzos y con una carga en la espalda en señal de humildad, según lo indicaba el sacerdote mayor Willaq Umu.
El frontis era un hermoso muro proveniente de la más fina cantería, decorado únicamente por una banda continua de oro puro de una palma de alto, a tres metros del suelo, y un techo de paja fina y delicadamente cortada.
Arquitecturas superpuestas del Coricancha, el Convento de Santo Domingo y la época actual. En uno de los bloques de la segunda hilada se observan tres agujeros que pudieron ser utilizados para evacuar las aguas de las lluvias del patio interior, o como salida de la chicha que se ofrecía como ofrenda.
Las piedras que componen el templo tienen un leve almohadillado en los lados que expresan la sobria estética de la construcción en el Imperio Inca. Antiguamente no existía el atrio triangular que sirve de entrada al templo colonial y el muro giraba en ángulo recto hacia la calle Ahuacpinta (Awaq Pinta), la cual aún conserva un tramo del muro original de casi sesenta metros de largo. En el lado opuesto a esta calle, el muro se hace curvo al girar más de 90 grados, y continúa con una curva suave que fue cortada durante la construcción del templo. El muro del Qurikancha coronaba un sistema de andenes que bajaban hasta el río.

MUSEOS EN CUZCO 

·         Museo Inca
·         Museo del convento de Santa Catalina
·         Museo del Convento de La Merced
·         Museo del Palacio Arzobispal
·         Museo del Qoricancha
·         Museo de Arte Contemporáneo
·         Museo Histórico Regional del INC
·         Museo de la Catedral
·         Museo de San Jerónimo
·         Museo de Ciencias Naturales
·         Museo del Instituto Americano del Arte

     TEMPLOS EN CUZCO

·         La Catedral
·         La Compañía de Jesús
·         Iglesia y Convento de la Merced
·         Convento de Santo Domingo
·         Templo de San Blas

    FORTALEZA DE SACSAHUAMAN
A pesar de que podríamos pasar un día entero visitando este sitio sugerimos combinar la excursión con una visita a la zona de Pisaq para maximizar el tiempo disponible.
Visitaremos el Parque arqueológico de Sacsayhuaman, los restos arqueológicos de Qénqo, lugar usado para ceremonias fúnebres, Tambomachay conocido por sus rituales de purificación de agua y finalmente el antiguo Tambo de Puka Pukara, lugar usado como almacén de alimentos y posada para los viajeros Incas que atravesaban este camino.

QUENQO


Qenqo es un centro arqueológico ubicado en el Valle Sagrado de los Incas, a 6 km. de la ciudad de Cusco (5 min. al noreste del Cusco), en el Perú a 3580 msnm . Está integrado por dos lugares: el Grande, que se encuentra al pie del camino que va desde Sacsayhuamán hasta Písac; y el Chico, que está a 350 metros al oeste del anterior, sobre la ladera. Este adoratorio se encuentra ubicado sobre lo que hoy se conoce como el cerro Socorro y abarca un área que de un poco más de 3,500 metros cuadrados. En la época del Imperio Inca fue otro centro dedicado al rito y son de particular interés su anfiteatro de forma semi circular y sus galerías subterráneas.
No se conoce el nombre original de éste adoratorio, los conquistadores españoles le dieron el nombre de Qu`enko, palabra del Quechua que significa “laberinto”, por las galerías subterráneas en forma de laberinto y por los pequeños canales labrados en las rocas en forma de zigzag.
Éste monumento fue calificado como un anfiteatro, pues tiene una construcción semicircular. En realidad, se ignora la finalidad de esta construcción, que bien pudo ser utilizada como altar, un tribunal o una tumba. Se presume que fue uno de los santuarios más importantes que hubo en el incanato.
Igualmente es atractivo el laberinto con sus canales en zigzag y su piedra muda al centro frente a la que posiblemente se prosternaban los adoradores de Inti o dios Sol y de la diosa Pacha Mama o Tierra.
Si lo requiere podemos recomendarle una amplia gama de hoteles para todos los presupuestos.




ATRACTIVOS DE MACHU PICCHU

Los alrededores de Machu Picchu están conformados por los grupos arqueológicos cercanos a la ciudad prehispánica, de manera que es posible hacer algunos paseos  cortos. Se recomienda visitar el Intipuncu, el Templo de la Luna y el Puente Levadizo.

Para visitar estos lugares es necesario contar con tiempo y conocimientos de la zona, ya que debido a los abismos y al mal estado de algunos de los caminos incas, puede resultar hasta peligroso sobre todo en la época de lluvias.



HUAYNA PICCHU

El Huayna Picchu constituye un espolón que forma parte de la montaña, cuya base semicircular está bañada por las aguas del río Urubamba.

Es la montaña ubicada frente a Machu Picchu. Su nombre quechua se traduce como "montaña joven" o "montaña aguja" Waynapijchu fue puesto de vigilancia, estación de comunicación y adoratorio. 

En la cima de la montaña hay enormes bloques de piedra, cuidadosamente labradas, que están inclinadas y corresponden a un adoratorio o Templo. 

Desde allí se puede apreciar la Plaza Principal de Machu Picchu a unos 400 metros hacia abajo y el panorama general es impresionante, el vertiginoso Cañón del Urubamba de infinitos matices verdes y al fondo las blanquísimas cumbres nevadas. 

El acceso desde Machu Picchu toma casi una hora por un sendero de escalinatas en zigzag casi verticales, con precipicios de vértigo. Si se encuentra bien aclimatado y desea realizar el ascenso al Huayna Picchu, debe dirigirse al norte del cerro Machu Picchu, sobre el cual se encuentra la ciudadela, donde se alza un cerro más elevado, el Huayna Picchu. 

Tiene una altura de 2,667 mts. y su cima tiene una superficie de 2,000 m2. aproximadamente Fue explorado por vez primera por la expedición de la Universidad de Yale, que encontró alrededor de una docena de asentamientos. El más importante, sin duda, fue el descubierto por Hiram Bingham, quien lo bautizó como "La Gran Caverna", renombrada luego como el "Templo de la Luna". Subir hasta aquí toma aproximadamente dos horas y media y sólo se lo puede hacer hasta antes de la 13:00 hs. Es necesario registrarse en la caseta que se encuentra al comienzo del recorrido. 

Ubicación
El Waynapicchu se encuentra hacia el norte de la ciudadela, apareciendo en el fondo de los cuadros clásicos de Machu Picchu. En sus partes más altas hay algunas terrazas que fueron hechas para evitar la pérdida de tierras por el "lavado" de las laderas en época de lluvia y así ser utilizadas como jardines. Es posible llegar a la cúspide usando el camino que se localiza por el ijar izquierdo de la montaña, por una larga escalera que en varios sectores simplemente se talló en la piedra. Subiendo despacio toma aproximadamente una hora. No es exactamente peligroso, sin embargo, quien desee hacer la travesía debe tener mucho cuidado ya que un pequeño descuido o un mal paso podría ser fatal. De la cúspide, hay una vista panorámica espectacular hacia la ciudad de inca. 

En la cumbre de esta montaña hay numerosas terrazas al borde del abismo que fueron utilizadas para cultivos de especies, quizás consideradas sagradas. También se observan restos de un templo, del que no se sabe ciertamente si se trata de un edificio que no llegó a terminarse o que fue parcialmente destruido. Hacia el flanco norte está el llamado Templo de La Luna, que se halla construido sobre una falla geológica. 


El Camino

El sendero hacia el Waynapijchu se inicia a la espalda de la Roca Sagrada, en el extremo norte de la ciudad. La parte más baja del camino está en la garganta que une los dos cuerpos de la montaña. Su ancho no llega a los dos metros. No existen barandas y a los lados los cortes naturales son casi verticales y muy profundos.

El vertiginoso sendero trepa zigzagueante el flanco occidental de la "montaña aguja". Más arriba, el ancho del camino no es mayor a un paso y la pendiente es fortísima, no apta para cardíacos.

A mitad del camino parte otro sendero que conduce al Templo de la Luna. El historiador cusqueño Víctor Angeles dice: "Se ha colocado un cable de acero a más o menos un metro sobre el nivel del piso del camino para que sirva de baranda a los arriesgados visitantes. Se han producido algunos accidentes, de caer alguna persona la dificultad estriba en hallar el cadáver". 

Construyendo las laderas
En la cumbre misma del Huayna Picchu existen muchas estructuras como terrazas, pequeños recintos, rocas labradas, pasajes y túneles, todos ellos muy logrados. Hasta ahí conduce un camino que atraviesa otros restos arqueológicos ubicados en las laderas. 

Los alrededores
Otros edificios y estructuras completan la presencia Inca en el Huayna Picchu. Delante del "Templo de la Luna" existe un conjunto de andenes, de más de 50 metros de longitud por 2 de alto, interconectados por una escalinata en piedra. Existen además edificios individuales de dos pisos de alto, llamados canchas, y otros conjuntos de andenes y edificios. En suma, podría decirse que la montaña contiene un total de ocho sitios arqueológicos. 


EL TEMPLO DE LA LUNA
No deja de causar asombro la magnificencia y extraordinario sentido artístico de los incas. El Templo de la Luna es un ejemplo más de sus extraordinarias construcciones que, a pesar de su corta extensión, sorprende por la perfección de sus trabajos de cincel.
Se trata de un conjunto arquitectónico en la porción media de elevación del Waynapijchu en su lado norte. Los constructores modularon en una gruta un gran recinto esculpido, con nichos y puertas falsas insertados en la roca, con una gigantesca entrada de 8 metros de alto por 6 de ancho. El acabado es muy fino y de asombrosa ubicación. Las teorías llevan a pensar que debió ser tumba real, adoratorio y puesto de observación. 

Es un recinto de planta rectangular con la roca viva de la montaña como paredes, que muestra tres puertas de 1.60 de alto cada una, además de una lateral. En el interior de la paredes se encuentran seis nichos trapezoidales. El "templo" propiamente dicho está constituido por una gran plataforma por debajo de una roca, levantada a casi 5 metros, y una entrada de 8 metros de altura. Hacia la izquierda se divisan cinco nuevos nichos trapezoidales de doble jamba, uno de los más delicados trabajos de cantería que se pueden encontrar en los alrededores de Machu Picchu.





Época colonial y republicana
machupicchu Época colonial y republicana
Se cree que la ciudadela habría sido abandonada entre los años 1534 y 1570, en el periodo de resistencia Inca. Tras la invasión española, los colonos o mitimaes habrían aprovechado la crisis que afrontaba el imperio Inca para huir rumbo a sus pueblos de origen.
No hay vestigios que indiquen que Machu Picchu habría sido ocupada en algún momento por los colonos españoles ni datos que verifiquen que estos estuviesen al tanto de su existencia. Los historiadores que sostienen esta hipótesis señalan que los cronistas españoles no mencionaron jamás la ciudadela en sus escritos, por lo que es probable que nunca llegasen a conocerla. Otros especialistas sostienen lo contrario, basándose en estudios que  revelan que los españoles habrían usado la ciudadela como primer escenario de sus extirpaciones de idolatrías, habiéndose hallado evidencias de incendios en algunas de sus estructuras.  Se cree también que los extirpadores de idolatrías se habrían llevado los tesoros que se encontraban en la ciudadela.
Otro hecho que fortalece estas creencias es que en las excavaciones realizadas por Hiram Bingham y su expedición, se hallaron en  algunas tumbas  objetos propios de la era posterior a la llegada de los incas, tales como un cuchillo de hierro oxidado, un hueso de vaca, pepas de durazno y los restos de una cuenta de vidrio verde. Aunque cabe mencionar que dichos descubrimientos no fueron realizados por arqueólogos, lo que podría restar cierta validez a los hallazgos.
Ya sea que conociesen la ciudadela o no, todo parece indicar que los españoles no supieron apreciar la importancia de la ciudadela en el pasado, en cuanto no se asentaron ni levantaron construcciones en sus cercanías. Paulatinamente, el lugar sería olvidado por los colonos españoles más no por los habitantes locales.

Durante la era republicana, se cree que arqueólogos e historiadores famosos habrían visitado el lugar, pero no habrían advertido la presencia de la antigua ciudadela, como sería el caso del famoso investigador, geógrafo, escritor y catedrático Antonio Raimodi. Existen fuentes que indicarían que en 1867, las ruinas habrían sido visitadas por un aventurero alemán de nombre Augusto Berns, quien sería entonces el verdadero “descubridor” de la antigua ciudadela inca.
Redescubrimiento
Si bien el redescubrimiento de la ciudadela se le atribuye al historiador estadounidense Hiram Bingham, hay fuentes que indican que Agustín Lizárraga, un arrendatario de tierras de origen cuzqueño, habría llegado a las ruinas nueve años antes que el mencionado historiador.  Según indican, Lizárraga habría dejado una inscripción en uno de los muros del Templo de las Tres Ventanas. Dicha inscripción habría sido posteriormente borrada.
La historia de Lizárraga y sus visitas a las antiguas ruinas incas habría llamado la atención de Hiram Bingham, que se encontraba en la zona investigando los últimos reductos incas en Vilcabamba. Bingham, muy interesado en estos rumores, iniciaría la búsqueda de dichas ruinas, llegando a Machu Picchu en compañía del arrendatario cuzqueño Melchor Arriaga y de un sargento de la guardia civil peruana, en julio de 1911. Ahí, el historiador norteamericano encontraría a dos familias, los Recharte y los Álvarez, que se habían establecido en los andenes del sur de las ruinas. Fue finalmente un niño de la familia Recharte quien guiaría a Bingham hacia la “zona urbana” de las ruinas, la cual se encontraba cubierta por una espesa maleza.
De inmediato, Bingham entendió el enorme valor histórico de las ruinas descubiertas y se comunicó con la Universidad de Yale,  la National Geographic Society y el gobierno peruano, solicitando auspicios para iniciar con los estudios  del sitio arqueológico inca. Los trabajos arqueológicos se llevaron a cabo desde 1912 hasta 1915. En este periodo, se logró despejar la maleza que atestaba la ciudadela y se excavaron las tumbas incas halladas más allá de los muros de la ciudad.
En 1913, la National Geographic publicó en su revista un extenso artículo de Machu Picchu y los trabajos que ahí se realizaban, dando a conocer la ciudadela al mundo entero. Con el transcurrir de los años, la importancia turística de la ciudadela de Machu Picchu iría creciendo, primero a nivel nacional y luego a nivel internacional, llegando a ser proclamada Patrimonio de la humanidad por Unesco, en el año 1983. El 7 de julio de 2007, tras una votación en internet donde participaron millones de personas alrededor del mundo, Machu Picchu fue declarada como una de las nuevas siete maravillas del mundo

HISTORIA

La imponente ciudadela de Machu Picchu habría sido construida por los Incas a mediados del siglo XV por órdenes del emperador Pachacútec, durante la época de expansión del imperio incaico.
El imperio de los Incas, o Inkas, como también se les conoce, se estableció en Cuzco, aproximadamente en el año 1200 d. C. Existen dos famosas  leyendas en torno al origen del imperio; una es la leyenda de Manco Cápac  y Mama Ocllo, y otra es la de los cuatro hermanos Ayar. Ambas leyendas señalan a Manco Cápac como fundador y primer gobernador de la dinastía. Sin embargo, el imperio no se constituiría como tal hasta la época de Pachacútec, probablemente el más importante emperador Inca. Pachacútec lograría la expansión del entonces señorío Inca, logrando establecer el poderoso imperio del Tahuantinsuyo, el cual llegaría a abarcar cerca de 2 millones de kilómetros cuadrados.  Sería bajo su reinado que se construiría la ciudadela de Machu Picchu.
Tras la caída del imperio Inca a manos de los conquistadores españoles, la ciudadela habría sido deshabitada. Los especialistas no se han puesto de acuerdo con respecto a la situación de Machu Picchu durante la época colonial. Mientras algunos afirman que los españoles tenían conocimiento de la ciudadela, otros sostienen que nunca fue encontrada. Lo cierto es que su existencia sería sólo conocida por los habitantes locales hasta el año en que el historiador estadounidense Hiram Bingham las encontrara  y las expusiera al mundo entero.  Con la ayuda de la Universidad de Yale, la National Geographic Society y el gobierno Peruano, Bingham iniciaría trabajos arqueológicos en la zona desde el año 1912 hasta el 1915, periodo en el que se retiraría la espesa maleza que cubría las ruinas y se descubrirían numerosas tumbas de los habitantes de la ciudadela.

A partir de entonces, Machu Picchu se convertiría en el máximo destino turístico del Perú y uno de los más importantes a nivel mundial. Declarado Patrimonio Cultural por la UNESCO y votado por millones de personas como una de las Nueve Siete Maravillas del Mundo, Machu Picchu es, sin duda alguna, el más grande patrimonio dejado por los antiguos Incas.
Época incaica
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Antes de que se erigiese la imponente ciudadela de Machu Picchu, la quebrada de Picchu era habitada por poblaciones provenientes de las regiones de Vilcabamba y del Valle Sagrado, que buscaban expandir sus fronteras agrarias. Tras la expansión del señorío Inca, estos terrenos pasaron a ser parte del entonces creciente imperio del Tahuantinsuyo.
Los historiadores coinciden en que Machu Picchu fue construida a mediados del siglo XV bajo las órdenes del emperador Pachacútec, responsable de la expansión del domino Inca y de su transformación de un simple señorío al magnífico imperio que hoy sabemos que fue.
La historia cuenta que durante el gobierno del Inca Wiracocha, el señorío Inca se encontraba constantemente amenazado por sus vecinos occidentales, los Chancas. Ante una eventual invasión, el Inca Wiracocha, junto a su hijo Inca Urco, heredero al trono, huyeron de la ciudad, dejando al pueblo Inca abandonado a merced de los invasores. Cusi Yupanqui, hijo del mismo Wiracocha y Mama Runto, decidió hacer frente a la amenaza Chanca, y en alianza con las etnias locales, lograría vencerlos, salvando así el Imperio Inca. Tras esta victoria, el Inca Wiracocha lo reconoció como su sucesor.  De este modo, Cusi Yupanqui tomó las riendas del señorío y pasó a llamarse Pachacútec Yupanqui Cápac Intichuri, que significa “hijo del Sol que cambia el rumbo de la tierra”.
Bajo el dominio de Pachacútec, el dominio Inca sufrió una gran expansión y dejo de ser un señorío para convertirse en el grandioso imperio del Tahuantinsuyo. Durante esa época de esplendor y prosperidad, se erigieron grandes construcciones, siendo la más importante la magnífica e imponente ciudadela de Machu Picchu.
Sobre el motivo de su construcción, en primera instancia se creía que  Machu Picchu había sido erigida como  una fortaleza militar o incluso como una residencia de descanso para Pachacútec, pero ambas hipótesis fueron perdiendo peso paulatinamente. Tras exhaustivos estudios, algunos especialistas han concluido que Machu Picchu fue usado como santuario religioso, principalmente debido al carácter ceremonioso que acompaña a algunas de sus estructuras. También se especula que haya servido como monasterio donde se preparaban a las niñas que servirían al Inca y al Sumo Sacerdote, esto debido a que de los 135 cuerpos encontrados, 109 resultaron ser mujeres. No se descarta, sin embargo, su uso como palacio.
Durante su época de esplendor, se cree que Machu Picchu albergó entre 300 a 1000 personas. Los estudios indican que la fuerza agrícola de la ciudadela incaica habría estado conformada por colonos, también llamados mitimaes, procedentes de distintos rincones del imperio.